Artículo de la New England Journal of Medicine

Todo sobre la artritis reumatoide.

La artritis reumatoide es una 𝗲𝗻𝗳𝗲𝗿𝗺𝗲𝗱𝗮𝗱 𝗮𝘂𝘁𝗼𝗶𝗻𝗺𝘂𝗻𝗲 𝗰𝗿𝗼́𝗻𝗶𝗰𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗳𝗲𝗰𝘁𝗮 𝗽𝗿𝗶𝗻𝗰𝗶𝗽𝗮𝗹𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗮𝗿𝘁𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀, causando inflamación, dolor, rigidez y eventualmente daño articular. Aunque puede afectar a personas de cualquier edad, 𝗲𝘀 𝗺𝗮́𝘀 𝗰𝗼𝗺𝘂́𝗻 𝗲𝗻 𝗮𝗱𝘂𝗹𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗮𝗻𝗮 𝗲𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗺𝗮́𝘀 𝗳𝗿𝗲𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗲𝗻 𝗺𝘂𝗷𝗲𝗿𝗲𝘀 que en hombres.

Los síntomas de esta patología pueden variar en intensidad y afectar diferentes articulaciones del cuerpo. Los más comunes incluyen:

  • 𝗗𝗼𝗹𝗼𝗿 𝘆 𝘀𝗲𝗻𝘀𝗶𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗲𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗮𝗿𝘁𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀, especialmente en las manos, muñecas, pies y rodillas.
  • 𝗥𝗶𝗴𝗶𝗱𝗲𝘇 𝗺𝗮𝘁𝘂𝘁𝗶𝗻𝗮 que dura más de una hora.
  • 𝗛𝗶𝗻𝗰𝗵𝗮𝘇𝗼́𝗻 𝘆 𝗮𝘂𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝘁𝗲𝗺𝗽𝗲𝗿𝗮𝘁𝘂𝗿𝗮 en las articulaciones afectadas.
  • 𝗙𝗮𝘁𝗶𝗴𝗮, 𝗱𝗲𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗺𝘂𝘀𝗰𝘂𝗹𝗮𝗿 𝘆 𝗽𝗲́𝗿𝗱𝗶𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝗮𝗽𝗲𝘁𝗶𝘁𝗼.

Se estima que en España la artritis reumatoide afecta aproximadamente al 1% de la población adulta, con una mayor prevalencia entre las mujeres y las personas mayores de 40 años.

El tratamiento de este enfermedad se centra en 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗼𝗹𝗮𝗿 𝗹𝗼𝘀 𝘀í𝗻𝘁𝗼𝗺𝗮𝘀, 𝗽𝗿𝗲𝘃𝗲𝗻𝗶𝗿 𝗲𝗹 𝗱𝗮ñ𝗼 𝗮𝗿𝘁𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮𝗿 𝘆 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝘃𝗶𝗱𝗮 del paciente. Los tratamientos más comunes incluyen:

  • Los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARDs), como el metotrexato, sulfasalazina y leflunomida, son 𝗳𝘂𝗻𝗱𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗼𝗹𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗶𝗻𝗳𝗹𝗮𝗺𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝗽𝗿𝗲𝘃𝗲𝗻𝗶𝗿 𝗲𝗹 𝗱𝗮ñ𝗼 𝗮𝗿𝘁𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮𝗿. Los corticosteroides y los analgésicos pueden usarse para controlar el dolor y la inflamación.
  • Los 𝗽𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗲𝗷𝗲𝗿𝗰𝗶𝗰𝗶𝗼𝘀 diseñados específicamente para fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲𝗻 𝗮𝘆𝘂𝗱𝗮𝗿 𝗮 𝗿𝗲𝗱𝘂𝗰𝗶𝗿 𝗲𝗹 𝗱𝗼𝗹𝗼𝗿 𝘆 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗳𝘂𝗻𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗮𝗿𝘁𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮𝗿.
  • En casos avanzados donde la articulación está gravemente dañada, 𝗹𝗮 𝗰𝗶𝗿𝘂𝗴í𝗮 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗮𝗿𝗶𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗿 𝗼 𝗿𝗲𝗲𝗺𝗽𝗹𝗮𝘇𝗮𝗿 la articulación afectada.

Para la mejora de la calidad de vida de los pacientes, 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗼𝗿𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗿 𝗶𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗮𝗱𝗲𝗰𝘂𝗮𝗱𝗮 sobre la enfermedad y ofrecer apoyo emocional puede ayudarlos a comprender y manejar mejor su condición. Además, 𝗺𝗮𝗻𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝘂𝗻 𝗽𝗲𝘀𝗼 𝘀𝗮𝗹𝘂𝗱𝗮𝗯𝗹𝗲, 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗶𝗿 𝘂𝗻𝗮 𝗱𝗶𝗲𝘁𝗮 𝗯𝗮𝗹𝗮𝗻𝗰𝗲𝗮𝗱𝗮 𝘆 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗿 𝗮𝗰𝘁𝗶𝘃𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗳í𝘀𝗶𝗰𝗮 𝗿𝗲𝗴𝘂𝗹𝗮𝗿 pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar la función articular.

Por otro lado, las situaciones de estrés pueden desencadenar brotes de artritis reumatoide, por lo que 𝗲𝘀 𝗶𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲 𝗽𝗿𝗮𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝗿 𝘁𝗲́𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗺𝗮𝗻𝗲𝗷𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗲𝘀𝘁𝗿𝗲́𝘀 como la meditación, el yoga o la respiración profunda.

Y, por supuesto, los 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗼𝗹𝗲𝘀 𝗺𝗲́𝗱𝗶𝗰𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝗶𝗼́𝗱𝗶𝗰𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗻 𝗲𝘀𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀 para monitorear la progresión de la enfermedad y ajustar el tratamiento según sea necesario.

¿Quieres más información sobre esta enfermedad? Por aquí os dejamos vídeo publicado por The New England Journal of Medicine con más detalles⬇️⬇️

Artritis Reumatoide