La Sociedad Europea de Hipertensión (ESH) ha publicado sus directrices clínicas de 2024 para el manejo de la hipertensión arterial, un documento esencial que actualiza y simplifica la guía extensiva de 2023. Estas directrices, respaldadas por la Federación Europea de Medicina Interna (EFIM), la Asociación Europea de Riñón (ERA) y la Sociedad Internacional de Hipertensión (ISH), se enfocan en proporcionar una herramienta práctica y concisa para la gestión efectiva de la hipertensión en la práctica clínica diaria.
Introducción y Objetivo
La ESH ha identificado la necesidad de una versión más accesible de sus directrices, dada la complejidad y extensión del documento de 2023, que contaba con casi 200 páginas y más de 1700 referencias. El objetivo de la versión 2024 es facilitar la implementación de las recomendaciones clave en la práctica clínica diaria, especialmente para los proveedores de atención primaria y especialistas.
El MASTERplan para la Gestión de la Hipertensión
El eje central de las nuevas directrices es el MASTERplan, un esquema que estructura el manejo de la hipertensión en pasos claros y aplicables:
- Medición y Diagnóstico de la Presión Arterial:
- Se destaca la importancia de la medición precisa de la presión arterial (PA) en la oficina (OBPM), el monitoreo ambulatorio (ABPM) y el monitoreo en el hogar (HBPM).
- La medición en oficina sigue siendo el método más estudiado y estandarizado para el diagnóstico y manejo de la hipertensión.
- Evaluación del Paciente:
- Incluye una evaluación básica que abarca historia médica, examen físico, pruebas de laboratorio y ECG de 12 derivaciones.
- También se detalla una evaluación extendida para detectar daño en órganos mediado por la hipertensión.
- Selección de Terapia:
- Se enfatizan las intervenciones en el estilo de vida como primera línea de defensa.
- Las recomendaciones incluyen una combinación de terapias farmacológicas adaptadas a las necesidades individuales del paciente.
- Seguimiento y Monitoreo:
- La guía proporciona criterios claros sobre cuándo referir a un paciente a un especialista o a un hospital, basados en la severidad de la hipertensión y la respuesta al tratamiento.
Conclusión
Las directrices clínicas de 2024 representan un avance significativo en la simplificación y accesibilidad de las recomendaciones para el manejo de la hipertensión. Este enfoque práctico está diseñado para mejorar la implementación de las mejores prácticas y, en última instancia, optimizar los resultados en pacientes con hipertensión.
Para más detalles, puedes acceder al documento completo en European Journal of Internal Medicine.
Estas nuevas directrices son una herramienta indispensable para cualquier profesional de la salud involucrado en el manejo de la hipertensión, proporcionando un camino claro y basado en evidencia para mejorar la atención al paciente.